“Si no puedo hablar contigo qué sentido tienes tú, o nosotros.”
Esta cita de la película “One Day” (Siempre el mismo día), me ha parecido muy adecuada para comenzar este post sobre comunicación en pareja.
Me habría encantado que me hubiese quedado superestupendo en plan “10 claves para comunicar mejor con tu pareja”, o “Las 20 mejores técnicas es para comunicar con tu pareja”…. Pero al final me ha quedado un numero raro, 17, y no sé si serán o no las mejores, lo único que sé es que son las que yo aplico en terapia y en mi vida personal y, aunque a veces cuesta, al final siempre funcionan, al 100 %. Así que espero que a vosotros también os resulten de ayuda.
Os hago un spoiler: la clave está en hablar, hablar y hablar, siempre, de todo, no dejar nada en el tintero y sobre todo, escuchar, escuchar y escuchar, hasta que se os caigan las orejas. Y cuando se os hayan caído, seguir escuchando. Escuchar es la parte más importante de comunicar.
Bueno, no me enrollo más. Espero que os sean útiles y no os cortéis a la hora de preguntar, aportar o preguntar.
1.-LA AMISTAD ENTRE LOS DOS ES MAS IMPORTANTE QUE LA MISMA RELACIÓN DE PAREJA.
Por lo general tenemos claro que un amigo es nuestro igual y que, demás es un individuo distinto a nosotros y que para mantener nuestra amistad no se nos tiene que olvidar ninguna de estas dos premisas, que, curiosamente, se nos olvidan con mucha frecuencia cuando hablamos de pareja.
Esto ocurre cuando nos centramos tanto en la relación de pareja que se nos olvida que nuestra pareja es un ser individual y terminamos “ahogándole”. La pareja en estas situaciones es vista como contrincante, y comienza una competición por el control de la relación con la idea que de esa forma funcionará la pareja.
Los amigos se quieren pero aceptan al otro tal como es sin deseos de cambiarlo. Esta es la clave de una buena y duradera amistad. Y también la de una buena y duradera relación de pareja.
Si somos buenos amigos de nuestra pareja es más fácil que la relación dure y sea feliz, pero si al final la pareja se rompe, la amistad permanece.
2.-NO TRATES TEMAS IMPORTANTES DURANTE LOS MOMENTOS TENSOS DEL DÍA.
Es bueno hablar de los sentimientos cuando surgen pero si es un tema con mucha carga emocional es mejor dejarlo para un momento en que ambos tengáis tiempo y disposición de ánimo para hablarlo tranquilamente.
Evitad los momentos en que estáis tensos o cansados. Preguntad siempre al otro si es buen momento para él/ella para hablar y dialogar. Si no es así programad la conversación para un momento posterior (con fecha y hora).
Los temas sin resolver generan malestar y sentimientos destructivos como rencor, odio, rabia, necesidad de defenderse, que solo desaparecen cuando se habla de ellos con calma y con voluntad de buscar soluciones (no culpables).
El objetivo es buscar una solución a cada problema con la que ambos os sintáis satisfechos, sin rabia o rencor.
Lo ideal es solucionar las cosas al momento pero, si no es posible, mejor tomar un acuerdo temporal hasta que se llegue a la resolución final, que dejar que se enquisten. Ignorar los problemas, hace que los sentimientos negativos aumenten y desaparezcan los sentimientos positivos, ya que al hacer inventario de la relación solo se verá una larga lista que cosas que no van bien y pueden provocar el fin de la misma.
3.-NO PARTAS DE LA BASE DE QUE TU PAREJA TIENE LA CULPA O ESTÁ EQUIVOCADA.
En las discusiones es muy común el juego de las culpas, culpar al otro de nuestras propias emociones.
Por ejemplo si tu pareja llega tarde y esto te enfurece, la rabia que sientes es tu responsabilidad, no de tu pareja. Hay que aprender a conocer las causas internas de las propias emociones, y que la emoción que sientes es suya no por culpa del otro.
Utiliza al hablar la palabra “YO”, “yo no entiendo lo que pasa” “ayúdame a entender esta situación” , no mensajes “TÚ” “A ti no hay quien te entienda”, esto hace que el otro se ponga menos a la defensiva y esté más abierto al diálogo y a trabajar el problema.
Si dice “tú”, la frase se convierte en acusación y se pone a la defensiva y dificulta más la comunicación.
EJ: “Tú me haces enfadar” vs “me siento enfadado”; “Tú eres un desordenado” vs “No me gusta tener todo en desorden”.
4.-TEN CLARO QUÉ ES LO QUE QUIERES PEDIR A TU PAREJA.
La mayor parte de las veces las quejas se centran en expresar qué es lo que no queremos, pero no lo que de verdad queremos. Antes de hablar piensa muy bien qué quieres obtener de la conversación y cuando lo obtengas, o llegues a un acuerdo adecuado sobre el tema, dale las gracias a tu pareja (por ser razonable y dialogante y querer trabajar para que la pareja funcione)
Hay que decir claramente a nuestra pareja qué es lo que deseamos y no dejar que lo adivine.
Por último, si hacemos una escena para atraer la atención de nuestra pareja es un síntoma grave de dificultades en la comunicación.
5.-ANTES DE DEFENDERTE, ESCUCHA LO QUE TU PAREJA TE QUIERE DECIR.
Es muy frecuente que al recibir una acusación de nuestra pareja, automáticamente empecemos a explicar el asunto desde nuestro punto de vista. Pero esto es un acto defensivo, que no es positivo. Lo más aconsejable es centrarse más en los sentimientos de tu pareja, en entender cómo se siente y por qué te está diciendo lo que te está diciendo, y dejar la “defensa” o contra argumentación como algo aparte.
Es importante hacer preguntas para esclarecer el asunto. Muchas veces así el problema se define con más claridad, porque intercambiáis información que puede ser relevante para encontrar la solución al mismo, mientras que las actitudes defensivas son generadas por la inseguridad, y nos distraen del verdadero problema.
En caso de duda pide que te repitan las palabras o repítelas tú y pregunta si es eso lo que te querían decir, si lo has entendido correctamente. La práctica hace que la comunicación sea clara. Es muy importante tener claridad sobre lo dicho y lo que se quería decir.
6.- TRATA UN SOLO ASUNTO CADA VEZ.
Sacar diferentes temas o cosas del pasado crea confusión y aumenta la complejidad de la discusión y complica el llegar a un acuerdo.
7.-DI EXACTAMENTE LO QUE QUIERES DECIR.
Para que el interlocutor no malinterprete, hay que ser específico y concreto sin irse por las ramas.
Ejemplo si tu pareja no dice nada o está en silencio cambia mucho si la pregunta es ¿estás enfadado/a conmigo? o ¿qué te ocurre? , se debe evitar caer en la adivinación.
Además, al hablar de forma más concreta se desarrollar el hábito de pensar con más precisión antes de hablar y así tendremos más claridad y control sobre nuestros sentimientos y pensamientos.
No es lo mismo decir “No me estás escuchando” (eso es rabia, dolor, acusación), que decir “Me de la sensación de que no me estás escuchando” (comunica nuestra percepción y está abierto a recibir una explicación)
8.-HAZ PETICIONES, NO EXIGENCIAS.
Una petición implica que cualquier respuesta es válida, aunque sea negativa, y será aceptada.
Una exigencia implica castigo y presión. Si no accedes a lo que planteo habrá consecuencias negativas hasta que cedas: una crítica, un gesto, el silencio, o la ausencia.
9.-ES MEJOR RESPONDER QUE REACCIONAR.
“La reacción”, no es verbal, no es directa. Es una forma pasiva de mostrarle al otro cómo te sientes.
Implica que cambias o dejas de ser tú mismo por lo que hizo o dijo tu pareja. Que dejas de vivir según tus propios parámetros, y estarás dejando que las palabras del otro controlen o influyan en tu comportamiento.
Estarás escondiendo tus sentimientos, creando un conflicto, y tu pareja tendrá que jugar a las adivinanzas al no saber el motivo de esa reacción o porque actúas de esa manera.
“Responder” es expresarle activamente a tu pareja lo que sientes y piensas.
10.- TODAS TUS EMOCIONES SON VÁLIDAS. PERO TODAS LAS FORMAS DE REACCIONAR ANTE ELLAS NO.
Muchas veces tememos hablar con nuestra pareja porque no nos gusta el sentimiento que tenemos y pensamos que está mal por nuestra parte.
Las emociones no son buenas o malas, simplemente son. El problema es cómo se reacciona ante ellas. Sentir es innato a los seres humanos, podemos juzgar nuestras reacciones pero no nuestras emociones.
Si hablamos con naturalidad de nuestras emociones podremos llegar a saber de dónde surgen y que hay detrás de ellas. Con frecuencia detrás de un sentimiento de ira o rabia, y hay otro sentimiento de miedo o dolor.
Las emociones son producto de los pensamientos interpretaciones o recuerdos, pero nunca se presenta una emoción sola, se mezclan unas con otras.
Aceptar las emociones como algo normal y no juzgarnos por sentirlas ayuda mejorar las relaciones.
11.-HABLA DE LOS SENTIMIENTOS EN EL MOMENTO MISMO QUE SURGEN.
Los sentimientos reprimidos nos vuelven excesivamente sensibles ante determinadas situaciones. Es decir, se pueden identificar porque son más fuertes de lo que la situación merece.
Ej. Te sientes enfadado porque tu pareja salió de noche sin avisar, pero en el fondo la verdadera razón es porque de repente te viste solo/a en casa y eso te trajo recuerdos del pasado de cuando te sentiste abandonado/a.
Muchas veces pensamos que sentimos rabia por el acontecimiento que la hizo salir a flote, pero ninguna persona o situación puede ponerte furioso/a. Lo que sucede es que puede despertar la rabia que tienes guardada en el interior. Por consiguiente, lo mejor es esperar a identificar la fuente de nuestros sentimientos antes de agobiar a nuestra pareja por ellos.
12.- LA EMPATÍA ES FUNDAMENTAL.
Cuando alguien repite la misma cosa una y otra vez, puede ser por que no se sienta escuchado por su pareja, o porque algún asunto particular sigue aún sin resolver. Puede ser una forma de llamar la atención del otro y despertar su empatía (deseo de aceptación y de que se le tenga en cuenta y se admitan sus sentimientos).
No es necesario que las parejas estén siempre de acuerdo en todo pero sí que se escuchen entiendan o comprendan como se siente el otro, aunque no lo compartan.
13.-DETRÁS DE CADA QUEJA HAY UN “POR FAVOR”.
Detrás de cada discusión hay un deseo frustrado. Averigua de que se trata. En toda comunicación hay un mensaje, aunque tu pareja esté gritando, intenta ver qué mensaje te quiere trasmitir, que hay detrás de sus palabras. Siente el mensaje que sale de su corazón.
14.-LA HONESTIDAD ANTE TODO.
Si Tu pareja sabe que siempre dices lo bueno y lo malo, entonces será más fácil que confié en lo que dices, no tendrá que adivinar que es lo que estás pensando o sintiendo.
Siempre que tengas duda pregúntale a tu pareja lo que quieras saber .Si hay temas vedados eso puede romper la confianza que se tiene en el otro.
Lo que une la pareja durante el tiempo es la confianza en el otro, la capacidad para comunicarse con honestidad es la base de una pareja. La honestidad hace la confianza, la confianza amistad, y la amistad hace disfrutar una relación duradera.
15.-CREA UN AMBIENTE AMABLE Y CULTIVA EL SENTIDO DEL HUMOR.
Las discusiones por general acaloran y hacen que olvides que discutes con alguien a quien amas. Mantener un buen ambiente y conservar el sentido del humor es más fácil para tratar cualquier asunto.
Una pareja discutían y uno dijo: “Si no cambias me voy” y le respondió, “Yo también, ¿puedo ir contigo?” Eso rebajo la tensión entre ellos.
16.-NO LEAS LA MENTE DE TU PAREJA.
No des por supuesto que sabes lo que piensa tu pareja, actúar sobre la base de falsas suposiciones puede generar grandes problemas. Lo correcto es hablar el tema y aclararlo. Evitad las indirectas, insinuaciones, sospechas… la clave es explicitar, preguntar sin miedo, hablar, ser directos.
17.- HABLA CON EL CORAZÓN.
Puede sonar un poco cursi, pero en una conversación importante con nuestra pareja esta es la regla principal y aunque aquí aparezca en último lugar en realidad es la primera.
Es importante establecer un primer contacto afectivo de corazón a corazón, poniendo en primer lugar el amor y los sentimientos mutuos.
Al hablar de vuestras emociones decid cómo os sentís en ese momento y lugar. Decid que el tema es difícil de hablar. Hablad de los temores y preocupaciones sobre cómo creéis que va a reaccionar vuestra pareja. Y, sobre todo, explicad que no queréis poner en peligro la amistad que hay entre los dos y os preocupa cómo se sentirá el otro cuando habléis del tema. Dejad claro que queréis paz y que confiáis en que no os haréis daño. Así bajaréis la guardia.
Si abrís el corazón y mostráis la vulnerabilidad mutua, que podéis ser heridos o herir, la otra persona intentará proteger sus sentimientos y, haciendo honor a la confianza que le habéis demostrado, los vuestros también.
Si habláis con el corazón abierto y desde los sentimientos el amor será lo que prime. No podemos permitir que ningún tema nos separe de los sentimientos hacia nuestra pareja.